Aduana: ¡Mercadería Secuestrada Sin Dueño a la Vista!
La Aduana publica un edicto buscando al titular de casi 500 pares de suecos y ojotas secuestrados en un operativo de Gendarmería en 2014. La mercadería, sin acreditación de ingreso legal ni instrumentos fiscales, fue archivada pero sigue sin dueño. Un misterio aduanero que evidencia la lucha contra el contrabando informal.

Índices de Impacto
Organizaciones
- AGENCIA DE RECAUDACIÓN Y CONTROL ADUANERO
- GENDARMERIA NACIONAL
- AFIP
Fechas Clave
- 20/01/2014Fecha de procedimiento de control por Gendarmería
- 10/02/2025Fecha de archivo de actuaciones por Aduana
- 10/12/2025Fecha de publicación del edicto en el Boletín Oficial
- 12/12/2025Fecha de finalización de publicación del edicto
Conceptos Clave
Análisis Detallado
El Boletín Oficial destapó un caso que huele a contrabando... o, al menos, a una gran desprolijidad. La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (AFIP), a través de su Departamento de Procedimientos Legales Aduaneros, lanzó un edicto buscando desesperadamente al dueño de un cargamento de mercadería que lleva años en el limbo. Hablamos de nada menos que 448 pares de suecos de goma y 45 pares de ojotas, secuestrados en un operativo de la Gendarmería Nacional allá por el 2014 en Lomas de Zamora.
La historia es simple: en aquel entonces, el personal de Gendarmería incautó estos productos porque no se pudo acreditar su ingreso legal al país y, para colmo, no contaban con los debidos instrumentos fiscales. Esto, según el Código Aduanero (Ley N.º 22.415, artículos 986 y 987), configura una presunta infracción grave.
Lo más llamativo es que, a pesar de los años, nadie reclamó la mercadería. Por eso, en febrero de 2025, la Aduana decidió archivar las actuaciones bajo la Instrucción General N.º 2/23, al no identificarse titular alguno. Sin embargo, el procedimiento legal exige que se anuncie públicamente la existencia y situación jurídica de estos bienes.
¿Qué implica esto para el ciudadano?
Este edicto es un recordatorio de la constante lucha contra el mercado informal y el contrabando. Aunque parezca un trámite menor, la publicación busca dar una última oportunidad al dueño (si es que existe y se atreve a aparecer) para regularizar la situación. De no hacerlo, la mercadería podría pasar a disposición del Estado, para ser subastada, donada o destruida, cerrando así un ciclo de irregularidad que afecta a la industria local y a la recaudación fiscal. Es un aviso para quienes intentan evadir controles: la Aduana, tarde o temprano, les pisa los talones.



