¡FUEGO Y METAL! El RENAR destruye casi 11 mil armas en un polémico operativo

En un movimiento que vuelve a encender el debate sobre el destino de las armas ilegales, el Registro Nacional de Armas (RENAR), ex ANMaC, anunció la destrucción de 10.995 materiales controlados. La Resolución 52/2025 detalla que estos elementos, recibidos en el marco de la Ley 25.938, serán eliminados mediante los métodos de trituración y fundición, un procedimiento que busca garantizar su inutilización total y su impacto ambiental controlado.

Este operativo no es menor. El RENAR, organismo descentralizado ahora bajo la órbita del Ministerio de Seguridad Nacional, tiene la facultad exclusiva y excluyente en todo el territorio nacional para destruir material controlado. La medida se enmarca en la Ley 27.192 y busca dar una señal contundente contra la proliferación de armamento ilegal.

Sin embargo, la resolución también revela una cara B. Se reservan 383 armas de fuego que aún tienen "pedido de secuestro vigente", un recordatorio de la complejidad de la trazabilidad de estos elementos. Además, otros 1.104 materiales controlados quedan en reserva para ser incluidos en futuros procesos de destrucción.

El telón de fondo de esta decisión es el polémico Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) N° 103/2025, que modificó la Ley 25.938 y habilitó la remisión de materiales decomisados a las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales para su uso exclusivo. Esta "doble vía" (destrucción vs. reutilización) genera tensiones. Mientras algunos celebran la destrucción como un acto simbólico contra la violencia armada, otros cuestionan si no sería más eficiente y económico que parte de ese material, una vez peritado y legalizado, pudiera ser utilizado por las fuerzas de seguridad legítimas, en lugar de generar un gasto para el Estado en la compra de nuevas armas. Un paso más en la compleja guerra contra el crimen organizado.