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El ENARGAS pone en consulta pública una adenda crucial a la norma NAG-100 que permitiría operar gasoductos con mayor presión. ¿Una jugada maestra para optimizar el transporte de gas o un riesgo encubierto?
El Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) ha lanzado al ruedo una iniciativa que podría cambiar las reglas del juego en la infraestructura gasífera nacional. La Resolución 956/2025 convoca a una consulta pública para la Adenda N° 4 de la norma NAG-100, conocida como las "Normas Argentinas Mínimas de Seguridad para el Transporte y Distribución de Gas Natural".
El objetivo de esta adenda es habilitar la operación de gasoductos de transmisión con un factor de diseño de hasta 0,80, superando el límite actual de 0,72. En criollo, esto significa que se podría transportar más gas por los caños existentes, optimizando la capacidad de la red sin necesidad de construir nuevas obras. Esta propuesta, impulsada por gigantes como Transportadora de Gas del Sur S.A. (TGS) y Transportadora de Gas del Norte S.A. (TGN), se basa en estudios de consultoras especializadas y busca alinear la normativa argentina con las mejores prácticas internacionales (como ASME B31.8 o CSA Z662).
Sin embargo, no todo es tan sencillo. La "alta presión" viene con condiciones draconianas: se exigirán evaluaciones cuantitativas de riesgo (QRA), análisis de confiabilidad estructural y programas de integridad reforzados que incluyen inspecciones de última generación (ILI, DCVG/ACVG, CIS), sistemas SCADA y gestión de riesgos geológicos. Además, se establecen requisitos diferenciales para ductos nuevos, incluyendo materiales de alta especificación (API 5L PSL2) y sistemas redundantes de seguridad.
Los interesados, desde empresas del sector hasta especialistas, tienen un plazo de VEINTE (20) días hábiles administrativos para presentar sus comentarios y observaciones. ENARGAS, en su rol de guardián de la seguridad, busca un equilibrio entre la eficiencia operativa y la garantía de un servicio seguro para todos los argentinos. La pregunta que flota en el aire es: ¿esta audaz movida impulsará la industria o generará nuevos desafíos en materia de seguridad?