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El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) da un giro copernicano: deroga históricas regulaciones que afectaban precios y cosechas, buscando "proteger el carácter competitivo de la industria" y alejarse de la intervención estatal.
Una verdadera bomba de desregulación estalló en el sector de la yerba mate. El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) ha dictado la Resolución 146/2025, un documento trascendental que deroga y modifica un arsenal de normas que durante años controlaron férreamente la actividad. Este movimiento audaz, en línea con el DNU 70/2023 y el Decreto 812/2025, busca desmantelar la intervención estatal y liberar el mercado yerbatero.
La resolución es lapidaria: se abrogan por completo las Resoluciones del INYM N° 15/2003 (infracciones desactualizadas), N° 37/2007 (la polémica suspensión de cosecha y secanza en octubre y noviembre) y N° 103/2017 (régimen de inhabilitación inmediata). ¡Adiós a las prohibiciones que impedían la libre iniciativa privada!
Además, se derogan los artículos 7 y 8 de la Resolución 21/2009 y se modifican los artículos 1 y 9 de la misma. ¿El cambio más notorio? La drástica penalidad de "baja" por falta reiterada de declaraciones juradas se reemplaza por una inhabilitación previa intimación, menos gravosa y más alineada con un espíritu liberal.
Este giro es un triunfo para el sector pro-mercado. El INYM, que históricamente fijaba precios y regulaba tiempos de cosecha, ahora deberá "focalizar sus actividades en las verificaciones de calidad, al tiempo de impedir su intromisión en un mercado competitivo". Se acabó la tutela estatal, y la "libre interacción de la oferta y la demanda" será la nueva ley en la yerba mate. Los productores y la industria celebran, pero la incertidumbre sobre la volatilidad de precios en el corto plazo es inminente. ¡El mate entra en una nueva era!