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El organismo que regula el trabajo rural lanza un nuevo salvavidas para empleadores con deudas, ofreciendo quitas y cuotas. Pero ojo, los que explotaron trabajadores o los tienen en negro, ¡quedan afuera! Un plan con letra chica que busca 'regularizar', pero también 'castigar'.
El Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE), ese gigante de la seguridad social agraria, acaba de soltar una bomba: un Plan de Facilidades de Pago 2026 que promete ser un alivio para miles de empleadores rurales ahogados en deudas. Desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2026, quienes arrastren obligaciones impagas hasta fines de 2025 podrán regularizar su situación. Esto incluye desde contribuciones mensuales y sus intereses, hasta determinaciones de oficio e infracciones, ¡e incluso juicios de ejecución fiscal!
La medida apunta a sanear las finanzas del campo y, de paso, garantizar la cobertura social de los trabajadores. Los empleadores podrán acceder a hasta 12 cuotas mensuales con una tasa de interés del Banco Nación más 100 puntos básicos. ¿La buena noticia? Para los que están en situación de emergencia o desastre agropecuario, la fiesta se extiende a 24 cuotas y la tasa se reduce a la mitad. Además, se ofrecen quitas de intereses resarcitorios que van del 50% (para pago único) al 30% (para tres cuotas) en deudas administrativas. La primera cuota, un 10% del salario de peón general, puede ser un 5% para las MIPYMES que acrediten su condición.
Pero no todo es color de rosa. El RENATRE puso la lupa y dejó afuera a los 'intocables': aquellos establecimientos donde se detectaron indicadores de presunta explotación laboral, trata de personas o trabajo infantil. Tampoco entran los infractores reincidentes, quienes tuvieron trabajadores informales no regularizados en los últimos dos años, o aquellos con planes de pago anteriores en mora. Una jugada que busca mostrar mano dura contra los abusos más crueles del sector, diferenciando al deudor de buena fe del explotador.
Esta resolución, impulsada por el Directorio del RENATRE y firmada por su presidente, José A. Voytenco, busca equilibrar la balanza entre la necesidad de recaudación y la función social del organismo. Si bien facilita la regularización, las exclusiones marcan un precedente fuerte en la lucha contra la precariedad y la explotación en el ámbito rural. Es una oportunidad de oro para muchos, pero una señal de advertencia para otros: la Justicia Social no se negocia.