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El Boletín Oficial anticipa la entrada en vigor de cuatro nuevos protocolos al Acuerdo de Complementación Económica N°18 a principios de 2026, redefiniendo las reglas de juego para importadores y exportadores. ¡Prepárense para el impacto!
El Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto acaba de publicar en el Boletín Oficial un aviso que encendió las alarmas en el sector productivo: cuatro nuevos protocolos adicionales al Acuerdo de Complementación Económica N°18 (ACE N°18), el pilar del MERCOSUR, están a punto de redefinir las reglas del juego. Si bien los detalles específicos de los Apéndices 148, 149, 150 y 151 permanecen bajo un velo de misterio hasta que se difundan sus textos completos, su celebración el 24 de septiembre de 2025 y su próxima entrada en vigor el 3 y 4 de enero de 2026 auguran un sacudón en el comercio regional.
Para los ciudadanos de a pie, esta movida significa que el Gobierno argentino, junto a sus pares de Brasil, Paraguay y Uruguay, está ajustando la maquinaria del comercio. Para las empresas, especialmente aquellas que operan en la industria manufacturera y el retail, es una señal clara de que deben estar atentas. Estos protocolos, que no requirieron aprobación legislativa, suelen contener modificaciones a aranceles, cuotas, o normativas técnicas que afectan directamente la competitividad de productos importados y exportados.
El ACE N°18 es el esqueleto legal del MERCOSUR, y estos protocolos son los músculos que se ajustan para responder a las dinámicas del mercado y las necesidades de los países miembros. La firma de Juan Pablo Paniego, Consejero de Embajada y Cónsul General, Dirección de Tratados, confirma la formalidad de este paso. La gran pregunta es: ¿a qué sectores beneficiarán y a cuáles perjudicarán estos ajustes? ¿Veremos una mayor apertura o nuevas barreras para proteger industrias específicas? La falta de transparencia en el contenido específico hasta la publicación de los anexos genera incertidumbre y la necesidad de una vigilancia constante por parte de los actores económicos.
"La clave está en los anexos. Sin ellos, es como ver la tapa de un libro sin leer el contenido. Pero la mera publicación ya es una advertencia para el sector privado."
Los importadores y exportadores que operan con nuestros vecinos del bloque tienen hasta principios de 2026 para digerir los cambios una vez que se conozcan los textos completos.