Recibe los análisis más provocadores del Boletín Oficial. No es una newsletter, es un manifiesto diario.
Nos tomamos en serio tu privacidad. No compartiremos tu información.
ENACOM destina casi $1.800 millones adicionales a empresas y asociaciones para expandir la conectividad en el RENABAP, pese a la disolución del Fondo Fiduciario. ¿Transparencia o cheque en blanco?
La ENACOM ha desatado una verdadera lluvia de millones con tres resoluciones que aprueban adecuaciones presupuestarias masivas para proyectos de infraestructura de internet en barrios populares. En total, se destinan casi $1.800 millones adicionales a tres beneficiarios: CAPITAL ASSISTANCE S.A. ($390.647.468), ASOCIACIÓN CIVIL PROYECTO MISIONES CDM ($528.073.822) y FG CONEXIONES S.R.L. ($545.693.514). Esto eleva los montos totales de los Aportes No Reembolsables (ANR) a cifras astronómicas: $739.171.258, $878.068.002,91 y $895.658.722 respectivamente.
Estas sumas millonarias son parte del "PROGRAMA PARA EL DESARROLLO DE INFRAESTRUCTURA PARA INTERNET DESTINADO A VILLAS Y ASENTAMIENTOS INSCRIPTOS EN EL REGISTRO NACIONAL DE BARRIOS POPULARES EN PROCESO DE INTEGRACIÓN URBANA (RENABAP)". El organismo justificó los aumentos por la inflación galopante que golpea a los costos de inversión, aplicando variaciones que van desde el 251,58% hasta el 358,81% sobre los presupuestos originales.
El contexto es crucial: el Decreto N° 6/2025 ordenó la disolución del Fondo Fiduciario del Servicio Universal, pero mantuvo la obligación de realizar los aportes y asignó a ENACOM la recaudación y administración de esos fondos. Esto genera una tensión evidente entre la retórica de austeridad y la continuidad de programas con desembolsos tan cuantiosos.
Para los ciudadanos de los barrios RENABAP, esto debería significar una mejora sustancial en el acceso a internet de banda ancha, una herramienta vital para la educación, el trabajo y la inclusión. Sin embargo, la magnitud de los ajustes y la opacidad de los procesos de auditoría del gasto en un organismo intervenido, como ENACOM, encienden las alarmas. ¿Se garantizará que cada peso llegue realmente a la infraestructura y no se diluya en la burocracia o en la caja de las empresas beneficiarias? La continuidad de estos programas es una buena noticia para la conectividad, pero la vigilancia ciudadana será clave para asegurar la correcta ejecución de estos fondos públicos.