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En una movida estratégica de fin de año, el Gobierno designa a un nuevo Director de Gestión Institucional para la Información en la vital Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología. ¿Es un parche o el primer paso hacia una reestructuración profunda?
¡Atención, Argentina! Cuando el calendario agoniza, el Boletín Oficial nos trae una noticia que, aunque a primera vista parezca un mero trámite, esconde los hilos de la maquinaria estatal. Se trata de la flamante designación de Juan SALUSTIO (D.N.I. Nº 33.545.515) como Director de Gestión Institucional para la Información, un puesto clave dentro de la Dirección Nacional del Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social, bajo la órbita de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología de la Jefatura de Gabinete de Ministros.
La medida, formalizada por la Resolución N° 319/2025, establece que Salustio ocupará el cargo con carácter transitorio por un plazo de Ciento Ochenta (180) días hábiles, a partir del 1° de septiembre de 2025. Esto significa que no es una designación definitiva, sino una 'solución provisoria' mientras se lleva a cabo un proceso de selección más riguroso. Sin embargo, no deja de ser una pieza más en el intrincado rompecabezas de la administración pública.
El nombramiento se ampara en una serie de decretos previos, como el N° 958/2024, que faculta al Jefe de Gabinete y otros ministros a realizar estas designaciones transitorias. También se menciona el Decreto N° 1103/2024, que aprobó la estructura organizativa de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, dejando en claro que este puesto era una vacante 'financiada presupuestariamente'.
"La cobertura transitoria del cargo aludido no constituye asignación de recurso extraordinario", reza el documento, buscando calmar las aguas sobre posibles gastos adicionales.
Si bien es un movimiento interno, la Dirección de Gestión Institucional para la Información es fundamental para el manejo de datos y la operatividad del Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social. En un país donde la información es poder y la burocracia, un laberinto, tener a alguien al frente de esta área es crucial. La eficiencia o ineficiencia de este director puede tener efectos cascada en cómo se procesan y gestionan los datos de los ciudadanos y empresas, aunque de forma indirecta y a largo plazo.
La medida también esta designación de las restricciones impuestas por el Artículo 1° del Decreto N° 1148/2024, lo que sugiere una prioridad o necesidad particular para cubrir este puesto rápidamente. Esto nos dice que, a pesar de las políticas de desregulación y transformación del Estado, la necesidad de cubrir ciertos roles operativos sigue siendo imperante.
Para el ciudadano común, esto se traduce en que la gestión de sus datos tributarios y sociales sigue en manos de funcionarios designados por el Ejecutivo, al menos por un tiempo limitado. La promesa de un concurso futuro (dentro de los 180 días hábiles) será la verdadera prueba de la transparencia y meritocracia en la administración pública. ¡Estaremos atentos!
