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La ANAC elimina burocracia, permite piloto automático en vuelos no regulares y flexibiliza requisitos para impulsar la competencia en la aviación, pero ¿a qué costo para la seguridad?
La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) ha dado un golpe de timón que promete sacudir los cielos argentinos. Con la Resolución 957/2025, se aprueban enmiendas cruciales a las REGULACIONES ARGENTINAS DE AVIACIÓN CIVIL (RAAC), específicamente en sus Partes 91, 121 y 135, con el objetivo declarado de "propiciar el desarrollo de la industria aerocomercial" bajo principios de "eficiencia, seguridad y economía".
¿Qué cambia exactamente? La medida es un verdadero terremoto regulatorio:
Según la ANAC, estas medidas buscan "garantizar el libre acceso al mercado de nuevos explotadores, promoviendo el estímulo de la competencia". Sin embargo, la flexibilización de requisitos operativos y la reducción de la tripulación en ciertos vuelos generan inquietud en sectores que priorizan la seguridad por encima de todo. ¿Estamos ante una modernización necesaria para impulsar la aviación o ante una peligrosa desregulación que podría poner en jaque la seguridad de los pasajeros? El tiempo y los cielos dirán.